Bienvenidos a Fotoartis

Este blog nació en octubre de 2007 para aprobar una asignatura. Entonces Fotoartis era un espacio dedicado a la fotografía en general, y muy especialmente a la fotografía artística.
Pero ahora Fotoartis entra en una nueva etapa. Ahora será un blog personal, aunque mantendrá el nombre porque le he cogido cariño.

BIENVENIDOS TODOS. RAY COY.

lunes, 29 de septiembre de 2008

Las Señoritas de Comunicación

Desde que me levanté esta mañana tengo una sensación rara metida en el cuerpo. Me ha resultado raro levantarme con un despertador un 29 de septiembre a las 6:30 de la mañana en vez de despertarme cuando el cuerpo me lo pidiera. Los autobuses han sido los mismos de siempre aunque el horario no era el mismo y mi destino final estaba cuatro paradas antes de lo habitual. He estado en un edificio que no era el mismo, no se trataba de ese "edificio inteligente" que cuando le sobraba agua, "abría las compuertas" y se convertía en un edificio con cataratas. La gente que había a mi alrededor no era la de entonces. Era gente ya conocida pero no era mi gente.
A las 15:30 estaba sentada en un banco del Prado de San Sebastián almorzando crepes de jamón york y queso de cabra con M. Estaba sentada en un banco pero ése no era mi banco. Ese último banco de la izquierda, en la séptima fila de un aula de la tercera planta. Ese banco que hoy otra persona estará ocupando. Espero que lo cuide y lo quiera como yo.
He visto muchachos con mochilas y carpetas a los que he mirado con nostalgia porque en días como éste yo era uno de ellos. Algunos tenían cara de espantados, como yo hace cinco años. Otros tenían pinta de perros viejos, como yo hace uno.
Hoy he estado comiendo con M. y nos hemos despedido porque se le acaban las prácticas y se vuelve a su pueblo. Qué curioso, un día como hoy de hace cinco años nos conocimos. Aún la recuerdo entrando por la puerta más próxima a la pizarra, caminando sonriente y decidida hacia mí, que estaba sentada sola y asustada junto a un ventanal. Ese ventanal que pronto se convirtió en la vía de escape de mi mente cuando el agobio o el aburrimiento hacían acto de presencia en mitad de una clase.
Al día siguiente fue V. la que me rescató de mi soledad y formamos un curioso trío de amigas. ¡Vaya tres patas para un banco! Entonces llegaron las prácticas de Sociología, los préstamos de discos que me hacía un compañero, las "acusaciones" de acaparadora que me hacían M. y V. por los tíos que hablaban conmigo ;p...
No mucho tiempo después llegaron D. e I., a las que conocimos a través de M. Y entonces creamos un quinteto inseparable, llamado en un momento "las gurripatas" (uno de esos tantos vocablos y expresiones torrecampeñas que fuimos aprendiendo con los años).
Y fueron pasando las asignaturas y los cursos, y en nuestras conversaciones aparecían y desaparecían nombres masculinos, y descubríamos vocaciones e intereses profesionales haciendo prácticas o gracias a algunos profesores que dejaron huella en alguna (en mí, para más señas).
El tiempo pasaba y fuimos tomando conciencia de lo poco que nos quedaba juntas en un aula. Nuestro último trabajo juntas, la última vez que grabábamos con la Canon XL-1, la última vez que montábamos un vídeo. ¿Os acordáis de aquel día de 1º que estuvimos 12 horas en la sala de edición? Anda que no teníamos mala suerte ni nada, pero hasta aquellos momentos los echo hoy de menos.
Hay canciones y frases que quedarán para el recuerdo, como "Yo para ser feliz quiero un camión" (que acabó derivando en un C-2) y aquella mítica frase "corre, Ray, corre, que tú tienes las piernas más largas", gritada a la salida de la Facultad mientras corríamos para no perder el autobús.
Aquellos días de Facultad quedarán para siempre en nuestra memoria y todo lo que hicimos allí tiene algo de especial, pero creo que dos de las cosas que recordaremos con más cariño son dos trabajos de 2º: el trabajo sobre los azulejos publicitarios y el de Antonio de Felipe. Fijo que Fernando no ha corregido otro trabajo con una portada como la nuestra. ¿A qué otras colgadas se les ocurre poner una foto posando (algunas de manera sugerente...)?
D., I., M. y V., espero que os haya gustado esta entrada. Como colofón dejo aquel cuadro de Antonio de Felipe que nos inspiró esa mítica portada titulada "Las Señoritas de Comunicación":

Antonio de Felipe: "Las Señoritas"

Fdo: Rita Hayworth


domingo, 21 de septiembre de 2008

Oihu II

Ya hice una entrada titulada Oihu, pero hoy también necesito "gritar hasta desgarrar el alma" porque hoy es uno de esos días en los que me siento como una olla a presión a punto de estallar. Cada día aguanto menos vivir con mi padre. Lo siento por mi madre, porque no tiene culpa y está en medio, pero cada día la convivencia se me hace más insoportable. No soporto su machismo y su falta total de respeto hacia mí. No soporto el tabaco y lo sabe, pero le suda llenar de ceniza mi cuarto de estudio o echarme el humo encima mientras como (¿no le entra en la cabeza que me asfixio?).
Me he pasado la mañana limpiando el piso mientras él estaba tocándose los cojones en la cocina leyendo el periódico y haciendo crucigramas. Y ya que no colabora en la casa, por lo menos que no ensucie. Pues ni eso. Al rato de tener el salón limpio, me fijo y ya está la mesa llena de ceniza porque es un descuidado que no sabe fumar ni utilizar un cenicero. Para colmo es guarro, porque cuando usa un pañuelo lo deja tirado por cualquier sitio. No sé si hace las cosas a mala leche o simplemente es subnormal. Yo diría que un poco de cada.
Se lo he dicho a mi madre varias veces y encima se cabrea conmigo pero ya me da igual, estoy deseando salir por la puerta y no volver. Y el día que me mude que ni se les ocurra visitarme con un cigarro en la mano porque armo la de Puerto Hurraco. ¿Él no dice que en su casa, sus normas y que yo soy el último mono para imponer nada? Pues cuando yo tenga casa que no se columpie ni lo más mínimo.
Y al final de nada sirve que le proteste porque se pasa por el forro lo que yo le diga y yo salgo perdiendo porque acabo llorando y con una presión encajada en el pecho que no me deja respirar. Total, si cuando hemos estado sin hablarnos lo he pasado peor que discutiendo. La última vez que dejamos de hablarnos no sé por qué fue, pero sería por algo como lo de hoy, que es lo de siempre. Entonces estuvimos varios días sin dirigirnos la palabra, y al final el Martes Santo hicimos las paces porque era triste que se fuera de casa vestido de nazareno y no lo hubiéramos arreglado. Lloré, nos abrazamos y se acabó. Hasta la próxima, que siempre llega porque él ni aprende ni cambia.
Anda que llevo unos días que para mí se quedan: la gastroenteritis aguda que me ha tenido hecha polvo varios días, los sueños de las tres últimas noches y el cabreo de hoy. Vamos, tengo unas ganas de que lleguen las 12 de la noche y se acabe esta maldita semana...
Porque lo de los sueños es otra. ¿Por qué sueño dos noches seguidas con mi ex novio? Y encima se me aparece cariñoso, tanto que parecía enamorado. Y la tercera noche no sueño con él pero también es el protagonista porque lo que sueño es que alguien me dice que intente ponerme en contacto con él porque siente algo por mí. El primer sueño lo tuve el día de su cumpleaños, supongo que fue por eso. Por un lado me gusta verlo en sueños porque es agradable sentirlo cerca aunque sea producto de mi mente. Pero por otro lado este tipo de sueños me hacen daño. Y es que me duele imaginar si aún piensa en mí, o si símplemente me recuerda de vez en cuando.
Hoy necesito "gritar hasta desgarrar el alma con la sonoridad del silencio" pero también necesito un abrazo que me tranquilice. Y una primitiva, quiniela o contrato laboral que me saque de casa de mis padres. Lo del dinero está más jodido. ¿Alguien se apunta a lo del abrazo?
PD: Ya tengo imagen en el perfil. La base de la imagen es una foto mía pero le he puesto cosas con el Photoshop para que quede clara la propiedad. Alguien quería ver una foto mía y ahí la tiene, aunque estropeada.

martes, 16 de septiembre de 2008

Desafortunada en el trabajo, afortunada en amigos

Mañana me llegaré a la Facultad a hablar con una profesora que me tiene que dar un certificado. Le digo a mi jefe que me iré 40 ó 45 minutos antes de mi hora y me suelta que sin problemas, pero que recupere ese tiempo. ¿¡Cómo!? En un mes y pico que llevo allí tengo cubiertos más de esos 45 minutos porque soy tan gilipollas que salgo todos los días 5 ó 10 minutos tarde para no dejar nada a medias. Y encima siguen sin pagarme, y ya llevan una semana de retraso.
Quedo en el centro con unas amigas para comer porque una de ellas se vuelve ya a su pueblo y no sé hasta cuándo no nos veremos. Me voy andando hasta allí y... ¡oh, horror! Me encuentro de frente al "eslabón perdido", ese amigo descerebrado y putero de mi ex novio que siempre me dio grima. Casi me lleva por delante porque la acera es estrecha pero afortunadamente no me reconoce, menos mal. ¿Pero y si estoy equivocada? ¿Y si me ha reconocido y le cuenta a él que me ha visto? ¿Le removerá algo por dentro? Prefiero no pensarlo mucho.
Pero no todo iba a ser malo hoy. He disfrutado mucho con la comida, y eso que yo hasta no hace mucho le tenía fobia a quedar para comer. No me preguntéis el porqué, no lo sé. El caso es que me lo he pasado genial, qué lástima que a partir de ahora nos vayan a separar muchos kilómetros para repetir estas citas más a menudo.
Cuando he llegado a mi casa estaba que iba a reventar el pantalón, y eso que me queda anchito, jeje. Pero qué esperaba después de zamparme una tapa de patatas bravas, otra de migas y un pedazo de copa de batido de helado de dulce de leche con cuatro dedos de nata montada, almendras picadas y un canuto de barquillo. A eso lo llamo yo dieta equilibrada ;p.
Pero no hay nada mejor para un día de cabreo que una buena comida en mejor compañía.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Mis cámaras de fotos

J. C. B. T. Esas son las iniciales de alguien a quien no conozco y que es más que probable que lleve muchos años muerto. J. C. B. T. son las iniciales que hay grabadas dentro del bolsito de cuero de mi Kodak Autographic de 1917.
Hace un par de entradas comenté que tenía una nueva adquisición fotográfica y que se merecía una entrada propia. Pus bien, aquí está.
Igual que otros coleccionan figuritas, libros o cosas así, yo colecciono cámaras de fotos antiguas. La colección la inicié con mi adorada Zenit-12, aquella cámara soviética que seguirá siendo mi preferida por muchas digitales que lleguen. Y es que ninguna cámara podrá sustituirla porque su sencillez de manejo y su precisión no tienen rival, ni siquiera mi actual Nikon D-80 le hace sombra.
Cuando me cargué la Zenit (snif snif), comencé mi colección. Después llegó la Winar de mis abuelos paternos, que me quedé cuando mi abuela murió. La última fue la Nikon F-80, que no es vieja ni mucho menos pero es que me pasé al mundo digital.
En el verano de 2006 estuve de vacaciones en París y me quedé con la nariz pegada al cristal de una tienda de cámaras que había por Saint Germain-des-Prés. Los ojos me brillaban pegada a aquel cristal como cuando de pequeña pasaba por una juguetería y veía una caja de muñecos de Playmobil. En París no me compré ninguna cámara porque no sabía si aquellos precios eran caros o baratos puesto que no tengo ni idea del valor que pueda tener un modelo u otro.
Y así mi colección se quedó como estaba, con tres cámaras. Hasta hace unas semanas, cuando mis padres salieron un domingo por la mañana a dar una vuelta por el centro y regresaron con un regalo para mí. La cámara es una maravilla y está en muy buen estado para tener 91 años.
Ahora tengo mi colección guardada en un armario. Pero cuando me independice pondré las cámaras en una estantería, metidas dentro de cajas de cristal para que no cojan polvo y todo el que me visite pueda admirar su belleza.
La próxima cámara que me gustaría añadir a mi colección es una Leica como la que usó Robert Capa en la Guerra Civil española. El problema es que no se sabe qué modelo usó. Estoy investigando, buscando biografías y fotos en las que pueda encontrar un dato que me sirva pero de momento no he encontrado nada concluyente. Y en el supuesto de que diera con el modelo, seguro que cuesta tantísimo dinero que no me podré permitir el capricho.
Aunque la cámara que más me gustaría incoporar a mi colección es mi primera cámara, aquella que me regaló un amigo de mis padres cuando yo tenía 4 años. Debe de andar guardada en casa de mi abuela, pero ahora anda de obras y está aquello como para ponerse a buscar algo. Ella dice que hace años que no la ve y conociéndola me extraña mucho que la haya tirado salvo que fuese por error.
¿Por qué me gusta coleccionar cámaras? Porque me hace sentir. Supongo que quienes no aman la fotografía no pueden entender la sensación tan maravillosa que produce observar detenidamente una cámara antigua e imaginar las manos que la tocaron y los momentos que retrató. En definitiva, las historias que otros vivieron con ella.

domingo, 7 de septiembre de 2008

Nostalgia

Ayer pasé el día en Sanlúcar con mi familia. No pisé la playa aunque estuve sentada en el paseo marítimo observando el agua. El motivo de la excursión era hacer el viaje en barco. Y todavía ando trastornada :S. El trayecto dura 5 interminables horas que se hacen aún más pesadas si hace frío y llueve, como ayer (no llovía desde mediados de julio, ya es casualidad que lo hiciera ayer). A mí me encantan los días de lluvia pero siempre que esté viendo llover a través de las ventanas de mi casa.
El caso es que el viaje me resultó muy pesado y el paisaje tampoco era gran cosa como para hacer un buen reportaje fotográfico. Hice algunas fotos, pero nada del otro mundo.
Pero esta entrada se titula "Nostalgia" por algo. Resulta que para coger el barco dejamos el coche aparcado en una zona a la que hacía tiempo que no iba. Mi primo dejó el coche justo enfrente de las escalinatas donde pasé tantas noches de sábado cuando tenía alguien con quien pasarlas, ese alguien. Cuando llegamos y me bajé del coche sentí una presión en el pecho, una sensación rara. Debía de hacer por lo menos un año que no estaba allí, ante aquellos escalones. Todo sigue igual que cuando yo paraba allí. O casi, porque el quiosco ya no está. Aquel quiosco en el que tantas veces nos apoyamos para hablar o para besarnos. En su sitio hay un poste de zona azul y otro del servicio municipal de bicicletas. Sentí la necesidad de hacer una foto de aquel sitio y disparé mi cámara.
De vuelta del viaje, lógicamente, tuve que volver a aquel lugar para recoger el coche. Y entonces la presión en el pecho volvió pero lo hizo acompañada del miedo. Miedo a encontrarme con él allí. Eran alrededor de las 9 de la noche y la zona estaba llena de gente sentada en los veladores o paseando. Me da tanto miedo la posibilidad de verlo. No sabría cómo reaccionar pero creo que no lo saludaría salvo que él lo hiciese primero. Y si habláramos, mis palabras sonarían demasiado parecidas a una canción de Conchita.
Supongo que la presión en el pecho sería nostalgia. ¿Pero nostalgia de qué? ¿De aquellos años? ¿De aquella "yo" que ya no soy ni volveré a ser? ¿Nostalgia de él, porque no consigo olvidarlo? ¿Realmente he querido a lo largo de estos dos años olvidarme de él? Supongo que hasta que no aparezca otro que me haga sentir lo mismo, seguiré pensando en él para no olvidar que hubo un tiempo en el que me sentí viva.
PD: He retomado la idea de intentar algo con el chico del desengaño nº4 porque tuve noticias de él. Lo que no está tan claro es que él esté de acuerdo conmigo. A veces pienso que le gusto (pocas veces), y otras (las más) creo que sólo me ve como a una amiga.

martes, 2 de septiembre de 2008

Estado: desengañada

Hace algunas entradas dije que soy una ilusa que espera que las cosas vengan bien y solas. El problema es que cuando yo hago algo por que las cosas sucedan, o no salen o lo hacen de forma insatisfactoria. Vamos, que voy de desengaño en desengaño:

-Desengaño nº1: ¿Recordáis que no me cogieron ni como suplente para una beca que había pedido? Pues yo, que soy cabezota y quiero trabajar en ese sitio, solicité dos puestos de trabajo que salieron este verano. ¿Y qué ha pasado? Pues que me he vuelto a comer lo que se comió la madre Pelusa.

-Desengaño nº2: Alguien me tendría que haber mandado ya un correo para interesarse por qué voy a hacer y si quiero seguir colaborando con él. Porque él me dijo que planeaba grandes cosas. Pues o se ha olvidado de mí o los planes sólo pensaba proponérselos a la otra (me consta que lo ha hecho).

-Desengaño nº3: Como los becarios somos los últimos monos de la empresa, nadie cayó en la cuenta de que a partir de este lunes de 13 a 14 horas yo no tendría ya dónde sentarme porque todos los de mi sección han vuelto de vacaciones. Así que he tenido que ser yo quien proponga una solución. ¿Y cuál ha sido? Currar de 8 a 13, de manera que me tengo que levantar a las 6:30 de la mañana (una gozada, os lo recomiendo a todos, sí señor...).

-Desengaño nº4: Él todavía no me ha llamado, y se supone que volvió hace dos semanas. Llevo desde entonces resistiéndome a llamarlo pero hoy no me he podido aguantar y le he mandado un mensaje. Pero seguro que las cosas no salen bien. Voy a tirar la toalla con él. Total ¿para qué? ¿para que me lleve un chasco? ¿otro más con la rachita que llevo?

-Desengaño nº5: El mismo de todas las semanas. Vamos, que sigue sin tocarme la Primitiva (y la Quiniela tampoco, y eso que acerté el Madrid y el Barça...).
Creo que no se me olvida ningún desengaño más. Ya sé que sigo viéndolo todo muuuuuy negro. Y también sé que hay problemas más importantes en el mundo, pero cada uno tiene lo que tiene, y los míos son éstos.
Pero no todo es malo, también me pasan algunas cosas buenas, como que el domingo La 1 emitió Tapas (con Rubén Ochandiano, uno de mis amores platónicos) y Cosas que hacen que la vida valga la pena (bonito título, y magnífica canción interpretada por el gran Antonio Martínez Ares a dúo con Pasión Vega). Aunque las tres mejores cosas que me han pasado en los últimos días han sido la llamada de mi amiga V. el sábado (mi niña, cómo la echo de menos, snif snif), conocer a "mi sobrino" (un niño de 4 meses con unos ojazos y una simpatía que son para comérselo) y mi última adquisición fotográfica. Se trata de una Kodak Autographic de 1917 (para los que no lo sepan, colecciono cámaras de fotos), pero esto se merece una entrada propia.